José Luis Sanz encuentra en Vox la llave para los grandes proyectos de Sevilla
El PP vota a favor del 70% de las enmiendas presentadas por los de Abascal, que apenas suman un millón
El alcalde se garantiza la aprobación de las cuentas a inicios de año y no tendrá que recurrir a la cuestión de confianza
El PP aprueba el 70% de las enmiendas de Vox y confirma el acuerdo del presupuesto de Sevilla
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El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, acaba de garantizarse en el ecuador de su mandato su segundo presupuesto, que además será a principios de año. Después del bloqueo político al que fue sometido desde que tomó posesión en junio de 2023 ha encontrado ... por fin en Vox la pinza para sacar adelante sus grandes proyectos. El gobierno se entiende ya con la formación de Abascal, que cesó en su empeño de levantarle un muro con el único fin de alcanzar una coalición que se vio frustrada el verano pasado y a la que se le sumó la aprobación automática de las primeras cuentas mediante una cuestión de confianza.
Sanz ya avisó de que, en caso de que para los presupuestos de 2025 todos los grupos se cerraran en banda de nuevo, agotaría de nuevo este mismo año esta vía que permite la ley. Y esto ha hecho que Vox, que desde septiembre ha cambiado radicalmente de actitud, haya encontrado también el camino para sacar adelante algunas de sus propuestas bandera. Porque, de sus 20 enmiendas al presupuesto, el PP le ha aprobado 16, es decir, el 70 por ciento. Esto quiere decir que se garantiza su aprobación, sino con el voto favorable, al menos con la abstención en el próximo Pleno.
Pese a las críticas de los socialistas y de sindicatos como Comisiones Obreras, que han visto reducidas algunas partidas de sus planes de igualdad, la realidad es que el montante total de los cambios efectuados en el documento original no llega ni tan siquiera al millón de euros (919.000 euros en suma). Se trata de una cantidad irrisoria si se tiene en cuenta la cantidad total de 1.058.830.022,48 euros.
El gobierno municipal, por un lado, saca provecho de un acuerdo de mínimos para aprobar el principal proyecto, sin necesidad de eliminar grandes partidas fijadas cuyo desvío pueda suponerle una merma electoral ni tan siquiera en su pretendida doctrina moderada. Y, además, desbloquea de una vez por todas la vía de la negociación con el partido más cercano en su arco ideológico, que hasta ahora había supuesto un camino empedrado que le obligaba a apoyarse en el PSOE en proyectos y modificaciones presupuestarias vitales para el funcionamiento de la ciudad pero inocuas para desarrollar su programa de gobierno.
Y Vox, por su parte, podrá vender que con sus enmiendas se detraen algunas partidas de «gastos superfluos e ideológicos» a los que tanto critica para colectivos LGBI, sindicatos o cooperación al desarrollo. Y, asimismo, pasarán a dedicarse a cuestiones como incentivos de natalidad para las familias y para mujeres embarazadas en riesgo de exclusión social, asociaciones Provida y congregaciones religiosas. También, consigue un aumento presupuestario para mercados de abastos y mercadillos ambulantes, que iban en su programa electoral.
No se eliminan programas
Ninguna de las 16 alegaciones aprobadas ayer en la Comisión de Hacienda deja sin fondos a programas que incluían partidas presupuestadas en el documento original. Lo que hace es detraer cantidades que van desde los 12.000 a los 200.000 euros de algunas de ellas para poder financiar otras.
Se sufragan, así, bajando algunas como las de los 'premios' del Plan de Igualdad de Oportunidades o subvenciones de libre concurrencia de programas como el de intervención a la población inmigrante y minorías étnicas o LGTB o de propaganda contra la violencia de género entre otras.
Valoraciones políticas
El principio de acuerdo entre el gobierno municipal y Vox encendió las críticas de la oposición. La portavoz adjunta del PSOE, Sonia Gaya, justificó la posición de los concejales de su grupo en el hecho de que «lejos de pretender mejorar la vida de los ciudadanos, esta batería de exigencias revela lo que ya todos sabemos del catálogo de dogmas de la ultraderecha: negacionismo de la emergencia climática o de la violencia machista o el freno al avance en diversidad o igualdad». Para Gaya, el PP «tendrá que retratarse y decirle a la cara a los ciudadanos que está dispuesto a toda costa, por tener un presupuesto aprobado sin recurrir a la puerta de atrás, a tragarse unas condiciones tratan de esconder un marcado sesgo ideológico y que supondrían graves retrocesos en derechos sociales».
Para el Grupo Socialista, el gobierno de José Luis Sanz «está vendiendo las cuentas de la ciudad a un precio muy bajo, pero con un coste muy alto para Sevilla». «Llevamos mucho tiempo advirtiendo de que desde el grupo socialista no vamos a permitir que se implanten la políticas de Vox en Sevilla. Suponen una regresión, una involución en derechos sociales.
Por su parte, el delegado de Hacienda, Juan Bueno, defendió que «el gobierno municipal ha estado abierto a negociar con todos los grupos políticos. El alcalde invitó personalmente a todos los partidos a buscar puntos de encuentro para aprobar las cuentas de la ciudad. Ni el PSOE ni Podemos-IU han presentado una sola enmienda a los presupuestos. Vox ha sido el único que ha mostrado interés en dialogar para acercar posturas en beneficio de la ciudad».
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